Quería escribir
algo sobre cómo organizaciones y líderes efectivos contribuyen al desarrollo social
e individual y se me ocurrían demasiados temas a integrar motivación, actitud,
diversidad, gestión del talento…El pensamiento lateral me funcionó espontáneamente y este pequeño relato
brotó de mis recuerdos. Está basado en una experiencia real con mi hijo Mateo,
lo escribí en 2007 entonces él tenía 4 años. En la foto que elegido aparecen
mis hijos Mateo (3 años) y Manuel (9
meses). Que disfruten y
saquen sus propias conclusiones.
La caja de Mateo
está llena, de tesoros sin igual.
Un osito de
peluche desgastado y medio tuerto,
Un superhéroe de
plástico con un brazo de menos,
Una baraja de
cartas con dibujos de Peter Pan,
Cuatro lápices de
colores con las puntas sin afilar,
Una linterna sin
pilas,
Un puñal de cartón
recortado y sin pintar,
Y varias pelotas de goma desgastadas de tanto
botar.
Un día Mateo se
llevó la caja a la plaza para jugar,
Y un niño curioso
se acerco a mirar,
Puso mala cara y
dijo: ¿No tienes ahí dentro nada más?
Estos juguetes no
valen, están para tirar.
Mateo muy
acongojado se fue a hablar con su Mamá,
Mami no me tires
los juguetes que a mi me valen igual.
El osito ha estado
conmigo desde antes que empezara a andar,
El superhéroe no
tiene brazo aunque con sus poderes puede triunfar,
La baraja esta
mordisqueada pero ordenando sus palos aprendo a contar,
Los lápices que
ahora no pintan siempre se pueden afilar,
La linterna funciona
y la necesito para explorar,
El puñal me lo
hiciste tú y no lo quiero tirar,
Las pelotas todas
botan ¿Es que hace falta más?
No te preocupes
cariño le dijo su Mamá,
Los juguetes nunca
se gastan solo hay que saberlos usar,
Y mientras a ti te
valgan nada vamos a tirar.
La caja de Mateo
está llena de tesoros sin igual.
Y el mejor tesoro
es mirarle a los ojos,
Y ver la caja
destapar y tapar.