Estamos en crisis
y gobiernos y empresas andan repitiendo que hemos de ser creativos, buscar
nuevas soluciones, desarrollar el pensamiento paralelo, estratégico…Las consultoras
de formación y desarrollo andan por otra parte ofreciendo programas para
incentivar la innovación, la creatividad…sin duda muchas de ellas con buenos planteamientos
que logran tener cierta efectividad.
Me pregunto por la
sostenibilidad de esos aprendizajes. Es decir hasta qué punto, las políticas de
empresa y los programas que contratan abordan esta cuestión, esta necesidad de
aprender a buscar respuestas fuera del orden históricamente establecido, de
forma que verdaderamente cale en los individuos y la sociedad.
Creo que la cuestión
va mucho más allá de que a la gente “se le ocurran ideas”, la cuestión para mi
está en qué hacer con esas ideas, ¿qué sucede con las ideas “alternativas” que
se nos ocurren?
Si a ustedes les
planteasen la siguiente cuestión ¿Cómo responderían?
Esta es una tarea
que mi hijo Manuel de 6 años trajo hace unos días a casa, y así fue como respondió.
Cuando me enseñó
el cuaderno para que se lo corrigiese, le pedí que me explicase lo que había hecho,
y esto es lo que me explicó.
Felicité a Manuel
y le dije que lo había hecho muy bien. Unos días más tarde el cuaderno regresó
a casa, la profesora había corregido las tareas y esta en concreto la había calificado
como “incorrecta”. A riesgo de resultar pedante, prepotente…completé la tarea
con las flechas que Manuel no había dibujado y añadí una nota en el cuaderno diciendo
que el ejercicio era correcto. Como dicen los ingleses “I could not help it!” (¡No
lo pude evitar!)
De uno a diez, ¿cuánto
creen que este tipo de escena se da en el entorno empresarial?, ¿cuántas veces
los directivos que evalúan ideas se encuentran con algo que no entienden, algo
que es necesario completar y se “olvidan” de preguntar por el razonamiento que
hay detrás y de aportar su granito de creatividad?
Muchas empresas están invirtiendo en programas
de formación y coaching para mandos intermedios con el objetivo de que estos
sean creativos, que innoven…y a veces es difícil convencerles de que los
supervisores de estos equipos que ocupan puestos de alta dirección también necesitan
“reciclarse” que si ellos no “cambian su mirada” no es posible que las nuevas
ideas sobrevivan.
No sé cuantas
personas siguen este blog, sean las que sean, quisiera pedirles que si tienen
alguna historia cotidiana como esta con sus hijos me la cuenten, creo que contar
historias como esta a personas responsables de liderar equipos de es una buena
manera de comenzar un taller sobre creatividad, innovación y pensamiento
paralelo
¿No les parece?
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